martes, 10 de noviembre de 2009


¿Y si nos enterrasen a todos juntos y hacinados? Como perros. Como animales.


Una fosa muy grande y muy profunda. Y un cuerpo sobre otro. Un cuerpo. Otro cuerpo. Otro cuerpo. Y otro. Y otro. Otro. Otro. Otro.


Todos desnudos. La carne, ya flácida y blanquecina, formando un cúmulo enorme. Pudriéndose. Carne sobre carne. Pudriéndose.


Repugnante, ¿verdad?


Si. Sería repugnante para la mayoría. Y no por el hecho de estar hacinados. Y no por el hecho de consumirse juntos. Ni siquiera el olor a carne putrefacta es lo que os repugna.


Os repugna tocar a otra gente. Os repugnan los cuerpos desnudos de otra gente. No tocáis. No vivís. No sentís. Necesitáis una amistad de años para dar un abrazo de verdad.


Os repugnan el resto de seres humanos.


Vivos y muertos.

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