-¡Dios mio, tía! Tienes cara de perra lasciva en todas las fotos.
-¿Y qué quieres que le haga? No es mi culpa tener cara de animal en celo.
Y se ríe. Y lo piensa.
-Pero tienes la culpa de no disimularla.
-De hecho prefiero no disimularla. Me gusta pensar que os ponéis cachondos viendo mis fotos y pensando lo que me haríais.
No se ríe. Piensa.
-Violeta, cuando dices ese tipo de cosas me entran ganas de pegarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario